martes, 21 de octubre de 2008

Las aventuras de Fígaro.

De vuelta a casa, Mari Carmen y Edu caminaban exhaustos por el abrasante calor, decidieron parar en una fuente para beber agua. En ese instante, les sorprendió el Sol:

- Perdonad, ¿sabéis lo que ha ocurrido con la Luna?, hace días que no aparece y estoy agotado de trabajar sin descansar ni una sola hora.

Los dos miraron sorprendidos al Sol, y respondieron asombrados:

-¡Qué casualidad!, nosotros andamos días buscando a nuestro gato Fígaro, y parece ser que ambos nos abandonaron al mismo tiempo.

Edu, con su tierna voz, capaz de enamorar a cualquiera, dijo:

- Sol, ¿quieres acompañarnos a buscarlos, por favor?

-Claro que sí, pequeño.

Mari Carmen le explicó con detalles todo lo que había ocurrido aquella desdichada tarde con el jarrón y el gato, y el Sol reparó en que la Luna podría encontrarse con Fígaro en aquella extraña vasija que la niña había descrito.

Mientras tanto, en el mundo del jarrón, Luna y Fígaro decidieron salir en busca de sus amigos, que tanto echaban de menos. Y a su vez, el Sol, Mari Carmen y Edu optaron por entrar a ese recipiente de arcilla.

Todos los habitantes del mundo real quedaron sorprendidos por que la Luna había regresado de nuevo.

Lo que ocurrió en ese momento era que se habían cambiado los papeles, por lo que los niños y el Sol se encontraron en un mundo desconocido, que los dejó perplejos...

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